El ratón Pérez tiene sede en Valencia capital, y eso para ir con niños es imprescindible, sobre todo si los niños tienen entre 4 y 8 años. Es esa misteriosa edad en la cual los niños pierden dientes y cada mes pierden uno mas, por lo que su curiosidad por saber donde van los dientes y cómo se lo monta el ratón Pérez para llevar a cabo todo el proceso se ve saciada en el almacén de dientes de la calle Borrull, 16 en Valencia.

Lo primero que hay que hacer es comprar la entrada, se puede hacer por internet en la página www.antiguoalmacendedientes.com, vale 5.5€ y la visita dura 45 minutos, pero son 45 minutos amenos que pasan como si fuesen 15 minutos.

Al llegar nos esperaban dos ayudantes del ratón Pérez, y la chica fue la encargada de explicarnoslo todo, la verdad lo hace muy bien: interactua con los niños todo el rato, tiene un bonito vocabulario y suficiente imaginación para improvisar sobre la marcha. En nuestra sesión no hubo ni un solo niño que se portase mal, y creo que serían unos 25, como en una clase del cole.

Bueno, pues la señorita ayudante nos enseñó la sala donde se recogen los dientes y también como llegan hasta allí, todas las historias las adereza con concienciación medioambiental e higiene bucal pero hasta eso resulta divertido para los niños y muy interesante para los padres.

También nos enseñó una casita que es donde viven y un teatro desde el cual los niños pudieron ver un Skype en directo con el auténtico ratoncito Pérez.

No os voy a desvelar sus historias, pero os diré que también a los mayores nos pareció corto, por lo que os aconsejamos incluirlo en las cosas que hacer en Valencia si vais con niños de 4 a 8 años.

Nosotros acudimos a la sesisón de las 13:00, con lo que acabamos a las 13:45h y teniamos reservado un sitito para comer a las 14:15h muy cerquita de allí que también os aconsejamos y ahora sabréis porqué.

En la web de La Voltereta, tenéis la posibilidad de hacer la reserva, el sábado que fuimos había bastante cola, así que fue muy cómodo llegar y sentarse a comer. A mediodía ofrecen un menú por 11,90€, que está francamente bien, y los niños tienen la opción de un menú infantil con precio pequeño.

Nos encantó la decoración del sitio, es como entrar a la calle, con árboles, adoquinado… también el trato de los camareros, son todos muy jovenes y muy amables y por último y más importante: la comida, estaba muy buena.

Su especialidad no parecen ser los platos tradicionales valencianos, ese podría ser motivo de otro blog, aún así una de las opciones de segundo plato era un arroz negro con gambas al ajillo, que estaba muy bueno.