De Menorca nos gustó todo pero las tres primeras cosas que recordamos a la vuelta son: sus playas sin contrucciones, la caldereta de llagosta en Fornells y el Camí de Cavalls.

Inventamos términos que ya estaban inventados, los nombramos en inglés porque creemos que suenan mejor, y lo cierto es que el término “slow life” tien su antencente auténtico en un termino menorquín “el poc a poc”. En Menorca se vive lento, tranquilo, se disfruta del paisaje, se come bien, se charla, incluso en el mes de agosto (que ya es difícil).

Menorca fue declarada Reserva de la Biosfera en 1993, con lo que tiene garantizado un objetivo de desarrollo económico y social a través de la relación de las personas con la naturaleza. Y vamos a la parte práctica, ¿cómo llegamos a Menorca?, pues lo hicimos en Ferry con Balearia y con el coche dentro del barco. Embarcamos en Barcelona a las 22:00 y a las 7:00 del día siguiente llegábamos la mar de fresquitos, y bien dormidos, a Ciudadela.

Así pues bajamos del barco en coche y le indicamos al navegador Mahón, la capital de la isla. Nos llevó por la única autovia que existe en la isla y que parte en dos la isla desde Ciudadela hasta Es Mercadal para luego bajar circunvalando Alaior hasta Mahón. Básicamente el trazado de esta carretera responde al de una calzada romana que unía las ciudades de Jamma (Ciudadela) con Magonis (Mahón).

Un puerto extraordinario, que ya de por si justifica el viaje, lo recorrimos desde el coche con la segura idea de que volveremos a pasearlo y a saborearlo. Pero nuestra idea era visitar La Fortaleza de la Mola,  en agosto es buena idea visitarlo temprano porque el sol cae de pleno y  no hay sombra alguna donde guarecerse.

La entrada al recinto  cuesta 8€ por persona, la Fortaleza de la Mola tiene una web propia que os dejamos aquí por si queréis consultar. Se trata de un recorrido, que se entiende leyendo en los paneles, a través de frentes defensivos, galerías subterráneas, polvorines y miradores.

A los pequeños  les vuela la imaginación en estos pasadizos, pero los más mayores disfrutamos mucho las impresionantes panorámicas. Ya que desde la Mola te das idea de cuan importante debió de ser el puerto de Mahón en las sucesivas civilizaciones por sus características naturales.

Y debíamos llegar a Fornells, nuestro destino seleccionado para pasar esta semana en Menorca. Elegimos Tramontana Park porque nos pareció un lugar encantador. Mirad vosotros mismos donde estábamos alojados, parece una postal.

Sin embargo, he de decir que los apartamentos son pequeños y tienen muy poco menaje. Nosotros somos de salir a comer pero cenar en casa o viceversa, y nos costó apañarnos para hacer una cena o una comida decente. De todas maneras hemos dejado enlace arriba por si queréis dar un vistazo. El complejo está en Playas de Fornells, no en el mismo pueblo. Así que para casi todo había que ir al pueblo, este sí que es encantador y está a cinco minutos en coche.

Y, el segundo día, una vez instalados y, como los menorquines dicen que si sopla el viento del norte hay que buscar una playa del sur, pusimos rumbo a la famosísima Cala en Turqueta. Hay controles para entrar, así que mejor llegar pronto porque, cuando se llena el parking no dejan pasar a nadie más. Es cierto, que nuestro viaje ha sido en 2020 (el año del confinamiento) y no estaba tan lleno como otros años pero aun así encontramos parking de milagro.

En el camino desde el parking de En Turqueta hasta la Cala (son 10 minutos andando) hay unas mesitas y un chiringuito para pedir bebidas, incluso hay baños por si no lleváis el bañador puesto y contenedores para tirar la basura. Nosotros nos quedamos a comer el picnic que nos habiamos preparado.

En Turqueta es todo lo que nos cuentan y más. Es la estampa perfecta de una cala mediterránea. El color de sus aguas es tuquesa (aunque la cala se llama así por los invasores turcos y no por su color), su ubicación en un acantilado y rodeada de pinos viejos es una maravilla,  y no quiero olvidarme de las barracas con sus pequeños varaderos hechos de piedra y vigas de madera cruzadas para izar un pequeño bote y guarecerlo de la furia del mar. En ses illes le llaman Escars, es una palabra que viene directamente del griego y significa eso: varadero.

Lo más interesante fue descubrir que por la cala Turqueta atraviesa el Camí de Cavalls, con lo cual solamente hay que calzarse los zapatos y seguir las señales y en una hora caminando (4Km) llegas a la cala Macarelleta, otra estampa idílica mediterránea. Además tienes a su gemela, la cala Macarella, al girar el acantilado. Nosotros fuimos, los cinco, nadando desde Macarelleta hasta Macarella.

Pero, ojo, luego había que volver. Al principio pensamos volver nadando, pero el viento empujaba al contrario y a esas horas de la tarde estabamos ya cansados. Así que decidimos volver andando, pero como habiamos llegado nadando no llevabamos zapatos, así que volvimos descalzos. No es cómodo porque el suelo es de piedras, pero es posible y se hace en cinco minutos.

La verdad fue un día espectacular y muy improvisado, pero valió la pena todo lo que hicimos. Menorca 100%, esta es la esencia. Sin móviles, sin pantallas, ni siquiera zapatos. Jjjjjj

Vamos a por nuestro tercer día, hoy queriamos hacer un tramo del Camí de Cavalls. Pero primero haremos una introducción, parece que este fue un camino de ronda que en tiempo de Jaume II sirvió para vigilar la isla alrededor de todo su perimetro, también lo utilizaron los ingleses durante la dominación de la isla en el S.XVIII conservando su trazado y en la actualidad está reconocida como GR (Ruta de Gran Recorrido). Nos pareció ideal poder recorrer la isla por la costa y pensabamos hacer varios tramos, hay 20. En todo caso, como tiene web propia os dejamos un link del Camí de Cavalls para que podáis consultar con todo detalle, está bien explicado y se puede descargar un .pdf de cada tramo.

Sin embargo, solamente hicimos medio tramo. Aunque nos despertamos pronto y empezamos a caminar a las 7:00h el sol nos daba de pleno y en el mes de agosto sin una sombra donde cobijarse casi nos da un “soponcio”, creo que este camino es para las primaveras porque tampoco me lo imagino en pleno invierno soplando la Tramuntana. El caso es que sí, es una muy buena idea venir a Menorca para recorrerla por el Camí de Cavalls, pero no en agosto. Aún así disfrutamos mucho, empezamos en la Cala Tirant en Fornells y nos rendimos en el yacimiento arqueológico de Sanisera.

Empezamos en la cala Tirant, donde el sendero literalmente cruza por la arena, y a los pocos metros encontramos una zona humeda donde vimos muchísimas tortugas, luego comenzamos a ascender y vimos cabras en lo alto. En algunas zonas debes abrir y cerrar portezuelas para que el ganado no se escape. Y en este tramo siempre, el mar te acompaña a la derecha.

En la primera subida nos acabamos el agua y el sol empezó a calentar, como apreciaréis en la imagen de sombras nada. Y, aunque en la información pone que es un tramo de dificultad media yo la calificaría de dura. Y, por lo que he hablado con otra gente, parece que en general es una GR preciosa pero para ir bien preparado fisicamente. Menos mal que nos encontramos una sorpresa con la que no contabamos, la platja d’en Patet.

Una calita escondida con una sombra de cañizo, no podiamos pedir más. Nos quitamos la ropa y al agua todo el mundo, solamente había una pareja con un perro que se alojaba en la finca de Santa Teresa, hasta la cual tuvimos que llegar para tener algo de cobertura y poder pedir un taxi que nos llevase de regreso a Fornells porque a esas horas caminar bajo el sol ya no tenia demasiado sentido. Volveremos en primavera. Mientras esperabamos el taxi vimos las ruinas de la ciudad romana de Sanisera.

Y, después de una ducha, hoy teniamos otra de las citas imprescindibles en Menorca, en el Cranc Pelut para probar la caldereta de langosta en el puerto de Fornells. En el enlace tenéis el teléfono para hacer la reserva, suele estar muy lleno. La caldereta se hace desde abril hasta agosto, que es cuando se puede pescar langostas y, aunque también se puede probar el plato en Ciudadela o Mahón, lo típico es probarlas aquí en Fornells donde se dice que se sacan las langostas más sabrosas. La verdad, es un lujo que vale la pena. Es un plato sabrosísimo, auténtico y el puerto de Fornells es un lugar ideal para disfrutarlo.

En el Cranc Pelut estuvimos en familia, nos aconsejaron un vino menorquín Merluzo Blanco que nos encantó con la caldereta, y por supuesto nos colocaron el babero y nos enseñaron a usar las tenazas y las pinzas para aprovechar bien la carne de la langosta. Un verdadero placer.

Antes de empezar con el cuarto día, os contaré que el primer día vimos esta furgo y le hicimos la foto que veis abajo. Buscamos la web  de The Fleet ,  os dejo el enlace por si os gusta navegar,  y reservamos un llaut para el jueves (desde las 10.00 hasta las 18:00h). Nuestro cuarto día es jueves, así que tenemos Llaut y como los jueves hay mercado en ES MERCADAL (desde las 19:00 a las 22:30h) por la noche nos vamos de mercado y cenamos en Es Mercadal.

Os recomendamos The Fleet, y sobretodo a Ignacio (un catalán que se vino a Menorca y es quien gestiona la empresa). No se necesita grandes conocimientos marinos, Ignacio nos explico cómo funciona el llaut y cuales son las zonas, basandose en el viento, por donde nos aconsejaba navegar ese día, y todas las dudas se disiparon.

Por cierto, por si es la primera vez que ois la palabra Llaüt, es una embarcación tipica de las costas levantinas, probablemente de etimología árabe (al-‘ud) que significa madera, igual que para el instrumento musical laud. En las islas Baleares se ha utilizado tradicionalmente para pesca y, aunque los de pequeña eslora ya no se fabrican hace 30 años, esta empresa ha restaurado algunos y su flota se puede alquilar sin titulación.

¿Qué os voy a contar?, que fue un día magnifico, que echamos en ancla en una zona protegida del viento y nos hartamos de bucear, que vimos mantas raya, que comimos en el barco. Que recorrimos la cala Tirant y volvimos a llegar hasta la playita que el día anterior nos encontramos haciendo el Camí de Cavalls.

Que paramos en cada recodo de la bahía de Fornells y llegamos contentos y sin ninguna gana de devolverle la barca a Ignacio. Pero, ¡claro!, se la devolvimos a las 18:00h que era cómo habiamos quedado. Ahora nos tocaba una ducha rápida para quitarnos la sal de todo el día y rumbo a Es Mercadal.

En el pueblo hay artesanos de avarcas, las sandalias títpicas menorquinas, que se utilizaban en el campo y ahora están tan de moda. Es un buen lugar para comprarlas si os gustan los regalos autóctonos. Y también para comprar vino de la isla, sobrasada, queso de mahón, gin xoriguer, etc… todos los jueves Es Mercadal ofrece el “Mercat d’Estiu” que toma las calles de la población por la tarde-noche. Este año debido a la Covid-19 no pudieron instalar tantas paradas como normalmente (unas 120) pero aún así habian puestos y actuaciones musicales.

Comimos en una de las mesas que se ven en la foto, hubo que hacer algo de cola pero nos turnabamos mientras el resto recorría las callejuelas y los puestos. Un lugar muy animado para cenar y  para probar cosas tipicas menorquinas tanto saladas como postres.

Para nuestro quinto día nos guardamos la Menorca Talayótica. Interesantísimo… Menorca tiene 700 Km2 y 1.586 yacimientos arqueológicos, ¡qué pasada! y además actualmente es candidata para ser declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad. Si os resulta interesante hay una página web Menorca Talaiòtica donde podréis encontrar información. Nosotros visitamos “La Naveta dels Tudons”, había que elegir una porque el mes de agosto no es bueno para grandes caminatas al sol y algunos yacimientos no están accesibles. Así que nos decidimos por uno de los más emblemáticos y visitados por su buen estado de conservación y porque “les navetes” solamente se encuentran en la isla de Menorca.

El recinto abre para visitas a las 9:00, hay un buen parking que se ve desde la carretera de Fornells a Ciudadela. Desde el parking hasta la Naveta andaríamos como medio kilómetro, eso sí, ni rastro de sombra pero llano y fácil. Vale la pena, hay paneles informativos muy didácticos que introducen muy bien en esta época prehistórica (hablamos de 2.000 A.C./ edad de bronce). Y de los usos funerarios que se le dio a esta construcción en concreto.

De ahí fuimos rumbo a Cala Morell, en Cala Morell hay un poblado en proceso de excavación que veremos en nuestra próxima visita, hacía ya calor y fuimos directamente a la cala y esto es lo que nos encontramos.

¡Ideal!, es la playa que esperas encontrar en el norte de Menorca. Además para llegar a esta cala no hay que andar mucho, había sitio para aparcar en la misma carretera. Eso sí, playa como tal no hay, como se ve en la foto hay salientes de hormigón o roca. Pero el agua es muy transparente, casi puedes bucear sin entrar en el agua.

Pasamos una mañana estupenda. Pero nuestros dias en Mernoca se acababan y no queriamos irnos sin visitar una de sus ciudades más emblemáticas: Ciudadela.

Para cuando llegamos a Ciudadela ya estaba anocheciendo, y nos recibió con una estampa muy bonita.

Lo poco que vimos nos encantó, detrás de las casas que se ven en la foto, en primer plano, hay una calle que da al puerto donde está el emblemático Café Balear. Pero nosotros no cenamos allí, nos adentramos hacia la plaza de la catedral, callejeamos un poco y donde vimos hueco para cenar paramos sin más. Tanto Mahón como Ciudadela se nos quedan pendientes,  son dos ciudades muy prometedoras, seguro que volvemos en otras fechas para hacer algun tramo del Camí de Cavalls y disfrutar estas dos ciudades.