Nuestro destacado del Algarve es la belleza. La belleza de sus acantilados, de sus cuevas marinas. Pero también las tradiciones, como los vestigios de la pesca con almadraba.
El pueblo que elegimos para nuestros tres dias en el Algarve portugués fue Tavira, la elección no fue al azar. Habiamos leido que el Algarve en agosto, como cualquier zona de playas bonitas se llena muchímo pero, sin embargo, zonas como Tavira combinan el turismo con esa tranquilidad portuguesa que nos gustó tanto en este viaje.

Lo primero que me gustaría destacar es el lugar donde nos alojamos, el antiguo “Convento das Bernardas“, dejamos enlace porque resultó ser todo un acierto. Este convento se construyó en 1509, por orden del Rey Manuel I, fue habitado por monjas del Císter pero en 1862 cuando se extinguió dicha orden pasó a ser una fábrica de harina, de ahí la chimenea a la que no encontrabamos explicación. En 2010 se rehabilitó y el arquitecto que llevó a cabo el proyecto ha sido galardonado entre otras cosas por su rehabilitación minimalita utilizando materiales de la zona.

Si por fuera es espectacular, os recomiendo que entréis en el enlace y lo veáis por dentro. Las piscina, los apartamentos, todo es sobrio pero bellamente decorado y, además, está a un paseo del centro. No es necesario utilizar el coche para llegar a cualquier punto del pueblo. Y paseando te dejas sorprender por sus callejuelas estrechas o sus casas con bellas fachadas.

En Tavira disfrutamos mucho paseando, el rio Gilao divide la ciudad en dos, a ambos lados se pueden encontrar bares y restaurantes donde parar a comer. Nosotros nos decidimos por el restaurante Gilao, a puertas del Mercado da Ribeira y a orillas del rio, es un lugar precioso sobretodo a la hora del atardecer.


Al acabar la cena continuamos nuestro paseo por el Jardim do Coreto, frente al mercado, en verano está muy animado con sus puestos de artesanía y sus heladerias. Entre el final de los jardines y el puente romano hay una plaza donde se celebran festivales, actuaciones, etc… nosotros coincidimos con una actuación y disfrutamos de una velada diferente.
Al día siguiente decidimos hacer una excursión a las bellas playas del Algarve, esas que tantas veces hemos visto en los folletos de viajes. Pero había que elegir una, y nos decidimos por la foto más famosa, las cuevas de Benagil. Eso sí, como es un lugar de belleza excepcional, todo el mundo quiere visitarla, por lo que está desbordada de gente.

Os aconsejamos dejar el coche en el parking Benagil y llegar pronto. Hay 450 metros hasta la playa de Benagil, (en google maps veréis que la playa está en una curva, por lo que habria que dejar en el coche en la misma carretera y está prohibido). En la playa están las casetas de Taruga Benagil, donde podéis reservar una travesia de 75 minutos (30€ adultos y 15€ niños) y visitar alrededor de 20 cuevas, entre ellas la Cueva de Benagil, la playa de Marinha, el faro de Alfanzina y otras playas desiertas, la barca para 10 minutos para un baño, pero ¡ojo! esto no es el Mediterráneo, nosotros disfrutamos mucho pero salimos helados. Para que os deis una idea os dejo enlace a un video que la misma compañía tiene en su web. Si lo tenéis claro podéis dejarlo reservado y llegar a la hora que salga vuestra barca. Si quisierais reservalo allí, abre a las 9:00h.
Cuando nosotros llegamos solo pudimos reservar para las 14:30, así que dimos media vuelta y fuimos hacia el pueblo más cercano. Y en nuestra huida, de las playas súper masificadas, tuvimos la suerte de encontrar un bar en la carretera, antes de llegar a Lagoa, que nos encantó porque era muy familiar y comimos un pescado fresquísimo a buen precio. Me gustaría dejaros un enlace, pero no tiene web, ni facebook, así que probad en Google “Cervejeria O Pescador, Lagoa” al ser un nombre tan común os saldrán algunos restaurantes O Pescador, este es CERVEJERIA y esta en Lagoa no en Lagos. Os dejamos foto del sitio y del atún que comimos.


Con la comida en la barriga y una biodramina de postre (jajajajaj), embarcamos en la “Praia de Benagil” junto a otras cinco personas, e hicimos una ruta muy turística (es cierto) pero nos pareció la mejor idea dado el tiempo que teniamos. Las otras alternativas eran ir nadando o en kayak hasta la cueva, son 400 metros, pero en el Atlántico y con un niño de 7 años mejor no. Además en 75 minutos nos hicimos una buena idea de la belleza de este lugar y, sabemos que hay que volver fuera de temporada alta… para recorrer todo el Algarve. Os dejamos unas imagenes.
Es imposible mostrar esa impresionante belleza, y más yendo en barco. Es mejor idea vivirlo y lanzarse a nadar y descansar del sol en una de esas caprichosas cuevas.
Y, nos quedaba una noche y un día, así que decidimos volver a Tavira e ir a cenar a Santa Luzia, un pueblecito a 10 minutos, especializado en la captura de pulpo. No es necesario que os cuente qué fue lo que cenamos, aunque si os diremos dónde. Frente al puerto hay restaurantes y bares, y todos sirven especialidades cocinadas con pulpo, pero teniamos que decidirnos por uno y fue Polvo e Companhia, en el enlace está su facebook y os dejamos también alguna foto que sirva de ejemplo de las posibilidades que ofrece un alimento tan dificil de preparar como es el pulpo.

Y para pasar nuestro último día decidimos la Isla de Tavira, si lo veis en el mapa podréis observar que forma parte de la Ria de Formosa, una barrera natural formada por cinco islas y dos penínsulas que la conviernten en un lugar ideal para la nidificación de aves. El Parque Natural de la Ria de Formosa está incluida en la lista Ramsar de humedales de importancia internacional.
Una de estas islas es la isla de Tavira, concretamente un isla de 11 Km de arena con sus formaciones de dunas en perfecto estado y muy pocas edificaciones. la isla esta formada por las playas de: Tavira, Terra Estreita, Barril y Homem Nu.
A la isla se pueden llegar en ferrys desde el puerto de Tavira o hay otra alternativa que es un trenecito que cruza desde la urbanización Pedro del Rei y te lleva directamente a la playa do Barril. Y si no queréis coger el tren, se puede llegar andando por el camino que transcurre paralelo a la via. A nosotros nos pareció curioso cruzar en este tren que antaño se usó para transportar atunes.

La isla de Tavira hasta 1964 albergaba, entre mayo y septiembre, una comunidad de pescadores que se dedicaban a la pesca del atún con la tradicional técnica de la almadraba. Esta técnica se basa en realizar un entramado de redes, que se sujetan al fondo del mar con anclas, y por donde los bancos de atunes quedan atrapados en su paso del Atlántico al Mediterráneo y viceversa. Lo explicamos porque nos llamó muchísimo la atención el cementerio de anclas de la playa do Barril, es uno de los motivos para decidirse por esta playa, los otros son: el trenecito y las antiguas casas de pescadores convertidas en bares y restaurantes, lo cual hace que quedarse a comer en este lugar sea muy cómodo.


Debajo de las dunas está la playa de Barril y a su izquierda mirando al mar están Terra Estreita y la playa de isla Tavira. Y a la derecha se encuentra la playa del Homem Nu, si sois naturistas es vuestro lugar, a los pocos pasos comienza una larguísima playa donde todo el mundo va como su madre le trajo al mundo.
Y colorín colorado este post ha terminado. Esperamos que os haya servido de ayuda para planificar vuestro viaje y, si tenéis alguna duda, estaremos encantados de responderos desde el apartado de contacto.




