Desde Tui hasta Santiago hay 119Km, es un tramo del llamado Camino de Santiago Portugués. Para recibir la Compostela el requisito son 100Km caminados, por lo que si no tenéis mucho tiempo, en cinco o seis dias podéis llegar a Santiago, según el ritmo que os marquéis.

Tui está en la frontera con Portugal, en realidad la frontera es natural, una ribera del rio Miño es Valença do Miño (Portugal) y la otra es Tui (España). Para llegar hasta Tui en avión se puede volar hasta el aeropuerto de Santiago de Compostela o de Oporto (Portugal) la distancia es muy parecida y después coger un autobus (1 hora) hasta Tui.

Una vez en Tui el primer trabajo que hay que hacer es recoger las credenciales, lo podéis hacer en la misma catedral, nos costarón 2€ por persona. Para quien no lo sepa la credencial es una especie de pasaporte que vas sellando en iglesias, bares y albergues para acreditar que eres peregrino y has pasado por todo el recorrido caminando. Al llegar a Santiago se entrega en la Oficina del Peregrino y te expiden la Compostela, un documento que acredita que has realizado el Camino de Santiago. Si queréis ampliar información en la web de la oficina del peregrino está muy bien explicado todo.

Y con la credencial, la mochila y una buena actitud comenzamos nuestra primera etapa, solo os hablaremos de nuestras propias experiencias:

Primera etapa: TUI- O PORRIÑO (18.7 Km)

El recorrido desde Tui comienza por una senda muy verde, al lado de un riachuelo, con sombras y abundante vegetación… varias veces cruzas la carretera, pero son trozos cortos, no hay subidas destacables, solo una precaución a la altura del Bar Laguna hay un cartel que da dos opciones: Ruta alternativa y ruta original, como veis en la foto.

Nosotros contamos los pasos con el móvil y hay casi 2 km más por la alternativa… sin embargo, vale mucho la pena desviarse. La ruta original cruza todo el póligono industrial de O Porriño, es aburrida y además caminas por asfalto por lo que con calor es agotadora.

La ruta alternativa en cambio discurre por un camino precioso con un rio que te acompaña hasta la mismísima puerta del albergue. Os dejamos una foto para que juzguéis vosotros mismos.

En general los albergues de la Xunta en esta ruta están muy bien, el de Porriño es nuevo y está muy bien situado junto al rio. Tiene 50 camas en litera, baños separados de las duchas y una cocina (sin nada de menaje) pero con nevera, mesas, etc… también hay una máquina de bebidas para hacerse un café antes de salir.

Muy cerquita del albergue está el bar “Paso a Nivel” donde hacen unos bocatas buenísimos y super grandes (con uno para dos personas cenas bien), y para el desayuno también es muy buen lugar tanto el café como el cruasán, muy ricos. Otra alternativa sería comprar la noche anterior en el Eroski (junto al bar) ya que en el albergue hay máquina de café para poder tomar algo antes de salir a caminar.

Segunda etapa:  O PORRIÑO-REDONDELA (15.2 Km)

Esta etapa comienza suave hasta el Pazo de Mos, donde hay dos sitios estupendos para desayunar, nosotros lo hicimos un poco más arriba de la tienda de souvenirs, la señora que atiende el bar es simpatiquisima y los bocatas y el café estaban, de nuevo, riquísimos. Pero si lleváis bocatas, hay también muy buen sitio justo delante de la Iglesia de Santa Eulalia, con fuente y sombra.

Eso sí, después del almuerzo llega una subida intensa que se salva sin dificultad, luego entramos en pistas y volvemos a hacer alguna subidita para finalizar con una bajada tan intensa como la primera subida, en la bajada vas viendo la Ría de Vigo y Redondela. La entrada a Redondela es breve y rápidamente se llega, tras cruzar bajo el viaducto, al precioso albergue situado en un edificio del S.XVI.

Este albergue cuenta con 42 plazas, una cocina pequeña con nevera, gran salón comedor con libros y los baños y duchas un poco pequeños y juntos. Pero tiene lavadora y secadora, así que con 6€ pudimos lavar y secar la ropa, lo cual nos dió tiempo para visitar la playa de Redondela a 2 Km del albergue.

Hay dos opciones: ponerte la botas y volver a caminar o, como hicimos nosotros, coger un taxi (saliendo del albergue y siguiendo el curso del río a 50 metros está la parada), nos cobró 7€ la ida y 7€ la vuelta, en total 14€. En la playa comimos a pie de playa un jurel muy fresquito. Si el tiempo hubiese sido bueno incluso nos hubiesemos dado un chapuzón pero salió Gallego…

Cerca del albergue hay supermercados y en el albergue también hay máquina de café, por lo que se puede hacer la compra y preparar tanto la cena como el almuerzo del día siguiente.

Tercera etapa: REDONDELA-PONTEVEDRA (18.2 Km)

Una de nuestras etapas preferidas, es muy verde y aunque tiene una subida importante después de pasar Arcade y cruzar el Ponte Sampaio, una vez la culminas ya lo tienes todo hecho.

Eso sí, ojito con la subida porque hay tramos que transcurre por una antigua vía romana con grandes losas y los que llevan bicis, sillas de minusvalido o carros lo tienen dificil, sin embargo andando se hace bien. Desde luego, y como cada día, vale la pena el esfuerzo. Antes de la subida encontramos a Susi, un ejemplo de persona con el espiritu del camino como forma de vida. Está con su sombrilla, su mesa y su cesto de fruta en medio del monte, siempre con una sonrisa, con palabras de aliento para todos los peregrinos sin excepción, incluso tiene una nota escrita para que todo el mundo le pueda hacer una foto donde te da pistas para coger un atajo en la entrada de Pontevedra y no andar ese trozo de carretera. Es una ruta, no oficial, que se toma al pasar la ermita de Santa Marta y transcurre paralela al río Tomeza.

Estar atentos cuando paséis por esta ermita, nosotros queriamos coger la ruta no oficial pero no la vimos por lo que entramos a Pontevedra por la carretera, si no hace sol no es problema pero si hace sol es un tramo feo de los que se hacen largos tanto por el calor como por el sonido de los coches.

Una vez llegas al letrero de Pontevedra es un tramo corto hasta el albergue, pasas las vias del tren y lo encuentras a mano derecha. Es un albergue moderno, enorme y muy bien equipado con 56 camas repartidas en dos habitaciones, baños y zona de duchas amplia, gran cocina y un espacio exterior muy bonito ajardinado. En este albergue se puede entregar la ropa a los hospitaleros y ellos son quien te la lavan y te la devuelven seca por 6€. Opción que nos encantó porque te deja la tarde libre para visitar la mejor parada del camino portugués: Pontevedra. Una ciudad tan histórica como alegre, llena de plazas y terrazas con un ambiente muy veraniego. Pontevedra invita a la tapa, a la caña, a la charla… eso sí después toca volver al albergue, que está a un kilometro y medio del centro historico.

Del albergue de Pontevedra no tomamos fotos, pero os dejamos un enlace para que podáis verlo por dentro y por fuera: Albergue de la Xunta en Pontevedra.

Cuarta etapa: PONTEVEDRA-CALDAS DE REIS (23 Km)

El inicio de la etapa transcurre recorriendo el centro histórico de Pontevedra, sus plazas, la iglesia de la Virgen Peregrina, etc… un verdadero gozo cruzar la hermosa Pontevedra a esas horas, además al cruzar el río Lerez el puente nos ofrece una estampa preciosa con las primeras luces de la mañana, como podréis ver el la foto.

Comienza la mañana fenomenal por sendas con mucha vegetación y sombra y alguna cuestecilla, pero poca cosa… eso sí hay que cruzar varias veces la carretera y también un paso a nivel sin barreras, así que mucho cuidado.

Pero al poco de cruzar las vias nos recibe el lugar perfecto para el desayuno, en San Amaro encontramos un bar con terraza cubierta por una parra que da una sombra perfecta y atendido por una señora muy amable cuyos bocatas gigantescos y llenos de amor podéis ver en la foto.

Después del almuerzo, del cual cuesta volver a ponerse en pie para continuar, seguimos por sendas y ¡ojo! al salir a la nacional veréis las señales que indican el área recreativa del río Barosa, nuestro consejo es que os acerquéis, no llegará a 500metros pero es precioso y os podéis dar un refrescante baño o al menos descalzaros y  meter un rato los pies en un agua fresquísima.

Una vez en Caldas nos dijeron que el albergue de la Xunta no está demasiado bien, no obstante os dejo una foto para que seáis vosotros quienes opinéis por vosotros mismos, se entra por la escalera que se ve en la foto. Nosotros nos quedamos por primera y única vez en uno privado que nos costó 8€ por persona, pero preferimos los públicos.

En Caldas pasamos una tarde muy agradable, no se si sabéis que sus fuentes termales manan a 50 grados, y lo mismo el agua del lavadero público. Por lo que es muy típico ver a los peregrinos alrededor del lavadero con los pies a remojo.

Nosotros así lo hicimos, pero además reservamos una sesión de pediluvio con masaje en el balneario Acuña… Uauh!

Quinta etapa: CALDAS DE REIS-PADRÓN (18.5Km)

La quinta etapa de este Camino Portugués se lleva con comodidad, recorriendo senderos verdes y sin grandes desniveles.

Al llegar a Pontecesures, antes de cruzar el río Ulla tenéis la posibilidad de desviaros 3Km del camino y llegar al monasterio franciscano de Herbón,  la idea de dormir en un monasterio parece una experiencia interesante. Nosotros no lo hicimos, queda para otra ocasión.

Decidimos pasar la tarde en Padrón y pobrar sus afamados pimientos con denominación de origen, el sitio que elegimos fue un gran acierto se llama Ruta Xacobea y está en el mismo paseo del Espolón a 100 metros del albergue.

Por último destacar los albergues del Camino de Santiago Portugués, el de Padrón se encuentra en una antigua casa de piedra restaurada junto al convento del Carmen, tanto el albergue como su situación son un lujo para los sentidos. Cuenta con 46 plazas en dos dormitorios, uno en el primer piso y otra habitación para personas con movilidad reducida en la planta baja. La cocina es tremenda y tiene una terraza para poder lavar, tender o hacer una tertulia cómodamente. No tiene máquina de café pero en Padrón a las 6:00 de la mañana ya están los bares abiertos para tomar un café, uno de los sitios típicos es Casa Manolo, el dueño es una de esas personas entrañables que reparte abrazos a diestro y siniestro y su local es un museo de recuerdos de todos los peregrinos que han querido dejar su foto, un escrito o algún recuerdo.

Sexta etapa: PADRÓN-TEO (10.1 Km)

La mayoría de los peregrinos recorren sin dificultad los 25Km que separan Padrón de Santiago de Compostela, pero nosotros decidimos darnos un premio y acortamos la etapa en dos, de esta manera la etapa se convierte en un fácil paseo, y el último día tenemos 15 km para llegar pronto a Santiago y no tener que hacer las colas que se forman para recoger la Compostela.

Al salir de Padrón dos sorpresas nos esperan sin desviarnos del camino; Iria Flavia una parroquía de Padrón que fue sede episcopal de la España Visigoda y, según cuenta la leyenda, donde predicó por primera vez el apostol Santiago durante su estancia en España y el cementerio de la colegiata donde están enterrados los restos de nuestro Nóbel de literatura Camilo José Cela, y de frente la Fundación que lleva su nombre.

A los 10Km llegamos a O Faramello, un municipio dividido en dos concellos: Rois y Teo, en unos metros el itinerario se desvía a la izquierda pero si seguimos recto a 150 metros encontramos el albergue de la Xunta de Teo. Es un albergue pequeño rodeado por naturaleza, en los alrededores hay varios parajes donde cruza el río muy recomendables para pasar la tarde, y a pocos metros hay un bar-tienda donde poder comprar lo necesario o comer. Aparte de eso no hay nada más, en Teo nos espera una tarde de meditación, partida de cartas, lectura o charla.

El albergue de Teo es pequeño, 26 camas divididas en dos habitaciones tiene una gran cocina comunicada con el salón salón, y lo mejor es el exterior rodeado de árboles y silencio.

Séptima etapa: TEO-SANTIAGO DE COMPOSTELA (15 Km)

El principio de la última etapa es muy bonito, zonas boscosas, alguna subida… y para terminar un puesto con café en medio del camino, antes de salir del bosque, el lugar perfecto para hacer nuestra parada matutina.

Después de esta parada se cruzan varias poblaciones y la entrada a Santiago se hace pesada y bastante fea, pero como quedan pocos kilómetros y la ilusión es tanta pasan rápido.

Llegando a la catedral, el Camino transcurre paralelo al Parque de la Alameda pero aconsejamos cruzar por el parque ya que en el se encuentra la escultura de las “Tres Marías”, muy divertida para hacerse una foto. Al salir del parque cruzamos un paso de cebra y ya estamos en la Rua do Franco, llenísima de bares a los que regresaremos por la noche. Y así con una sonrisa en los labios y la vibrante vida del centro de Santiago llegamos a la plaza del Obradoiro, momento de abrazos con los compañeros, fotos delante de la imponente catedral de Santiago de Compostela y un descanso con la mochila como cojín en la preciosa plaza disfrutando del momento.

Objetivo conseguido. Ahora podemos dirigirnos a la oficina del Peregrino para recoger la Compostela y después acudir a la Catedral a la misa del peregrino de las 12:00h. o por la tarde a las 19:00h., con suerte verermos el Botafumeiro, mucha gente pregunta que hay que hacer para verlo, pues bien desde la Catedral se vuela el botafumeiro veinticinco dias al año coincidiendo con los principales actos litúrgicos de la Iglesia (Navidad, Todos Santos, el día del Patrón, etc…), el resto de días depende de que algún particular o asociación pague la cuota por volarlo  en la oficina del Peregrino, no hay dias fijos en que se pueda ver excepto los veinticinco comentados anteriormente.

Quien no opte por visitar la Catedral,  puede comenzar la visita por Santiago, una ciudad que a nadie deja indiferente.

Por cierto, el albergue de la Xunta en la ciudad de Santiago es la Residencia de peregrinos de San Lazaro pero está a 3,5Km del centro, por lo que optamos por buscar un albergue privado en el mismo centro histórico, el cual recomendamos por su ubicación inmejorable y porque se puede reservar. Os dejamos enlace por si queréis consultarlo o reservarlo: Albergue Azabache.

El resto de nuestra estancia en Santiago es tema para otro post, pero os adelantamos que en Santiago de Compostela hay una taberna especial, el Gato Negro, donde se conserva toda la tradición de las tabernas antiguas de la ciudad y se cena de miedo. Un sitio muy auténtico.