De por sí Lanzarote tiene una belleza especial, energética, pero Cesar Manrique consiguió integrar la naturaleza de la isla en espacios sencillos de extraordinaria belleza. Para nosotros hay tres sitios imprescindibles asociados a este artista genial.
Cuando regresé de NY, vine con intención de convertir mi isla natal en uno de los lugares más hermosos del planeta” – Cesar Marique
LOS JAMEOS DEL AGUA. Un auditorio en un tubo volcánico
Un jameo es un tubo volcánico al que se la desprendido la parte superior. Transformar un jameo en un restaurante, un auditorio o un jardín con piscina es una idea genial que solo es posible disfrutar en Lanzarote.
Una obra de la naturaleza hecha arte en la que comer, escuchar música y vivir de día y, especialmente, de noche.
Nosotros esperamos a entrar a las 20:00h, en una hora y media vimos el complejo y sus exposiciones y nos quedamos a cenar en su restaurante. No se me ocurre mejor manera de pasar un sábado por la noche que esta combinación de música en directo y gastronomía canaria junto a un lago en un tubo volcánico a una temperatura perfecta. La propuesta complació a todos.

Con la entrada a los jameos del agua puedes conocer el lugar, si tienes suerte ver algún cangrejo ciego en el lago, es una especie endémica de la isla, y escuchar música en directo.
Nosotros nos quedamos a cenar, el menú va aparte de la entrada, pero la comida es tradicional y puedes pedir buen vino canario y un mojo picón bastante autentico. Y, después, pasar al auditorio, nuestra recomendación para saber los conciertos es consultar la web de los Centros de Arte, Cultura y Turismo.

Por cierto, los menores de 7 años no pagan, hay tronas para niños en el restaurante incluso cambiadores para bebés en los aseos. Es el carácter canario, dan la bienvenida a todos. Adultos, adolescentes y pequeño, esta familia ecléctica de gustos dispares, salimos de nuestra especial velada con una sonrisa en los labios y la energía disparada.
EL JARDÍN DEL CACTUS. Un oasis de cuento
Boquiabiertos desde la puerta de entrada y, también, las dos horas que estuvimos dentro, desde el primer momento recuerdas la descripción de un oasis. Lanzarote es especialmente energética pero árida y volcánica y de repente en el jardín de cactus encuentras 4.500 ejemplares de cactus traídos de todo el mundo y dispuestos con elegancia, hasta la tienda de regalos y la cafetería están perfectamente integradas.

No me negaréis que Cesar Manrique fue un visionario al convertir un espacio degradado, una cantera, en una obra de arte para vivirla.

Nosotros llegamos pronto, como a las 10:00h, pero de haberlo sabido hubiésemos retrasado la visita un par de horas para comer en su cafetería disfrutando de la belleza del lugar, es un lugar de formas perfectas, tranquilo sin ningún peligro para los niños y con mucha energía para todos.
MONUMENTO AL CAMPESINO. Gastronomía, tradición y talleres
Es otro lugar especial si viajas en familia, modelo y ejemplo de vivienda lanzaroteña, un homenaje de Marinque al esfuerzo de los hombres y mujeres del campo de esta isla. Un buen tema para debatir con mayores y pequeños.
Nosotros destacamos la fotogenia del lugar, hasta las fotos del móvil salieron tremendas, la luz, el escenario en blanco y verde, la escultura vanguardista de quince metros obra del propio Manrique, un decorado perfecto que suele estar salpicado de tradición, en nuestro caso al llegar nos encontramos con un grupo de danza tradicional, y a menudo hay talleres con artesanos de la isla y actividades educativas. Consultar aquí.
El monumento al campesino es un complejo que alberga un restaurante, un bar y una cafetería por lo que existen menús al alcance de todos los bolsillos. Y en las tres cartas hay comida tradicional canaria y gran variedad de tapas. En nuestro caso y viendo las posibilidades del lugar nos quedamos encantados a comer, como el tiempo es perfecto se puede hacer al aire libre.
La tienda es el lugar perfecto para comprar un recuerdo artesanal, vino canario o el imán, que coleccionamos de cada viaje, saliendo de lo típico.



